Capra pyrenaica victoriae

Existen en la Península bajo la denominación de Cabra Montés Ibérica (Capra pyrenaica) tres subespecies que se diferencian por ligeras variaciones en la morfología de los cuernos y del color del pelo. Capra pyrenaica victoriae es la subespecie de Gredos y debe su nombre a la reina Victoria Eugenia de Battenberg, esposa del Rey Don Alfonso XIII, ya que este creó el Coto de Caza y salvó de su extinción a dicha especie cuando quedaban unas pocas decenas de cabras en Gredos. Gracias a eso, en la actualidad se estima que puede haber en torno a 9.000 ejemplares.

Estamos ante un animal herbívoro, perfectamente adaptado a la alta montaña. De ahí emanan sus características principales: oído agudo, perfecto olfato, articulaciones ágiles, pezuñas almohadilladas de dos dedos que se adaptan con enorme facilidad a las irregularidades del terreno y buena acomodación a la climatología de Gredos. Los machos presentan una importante cornamenta de gran grosor que se retuerce hacia atrás. Las hembras sin embargo presentan una pequeña cornamenta en forma cónica. Cada año de vida del animal hace que incorpore un nuevo anillo a su cornamenta, su edad media suele ser de 16 años.

En la sierra de Gredos estos animales se pueden localizar en lugares muy elevados, especialmente allí donde se hallan las zonas más agreste e inaccesibles del roquedo; pero no siempre se encuentran en este medio, durante los duros inviernos, cuando la nieve y el hielo cubren las montañas y los altos pastizales, vemos como los rebaños de cabras descienden hasta los valles en busca de temperaturas más suaves y de pastos más abundantes y tiernos.

A finales de octubre o principios de noviembre comienza el periodo de celo, que suele durar hasta principios de diciembre. Los machos monteses se concentran en las zonas de la sierra donde tiene lugar el apareamiento, estos golpean entre si las grandes cornamentas produciendo un espectacular y sonoro estruendo, que retumba por toda la sierra.  Este es el único periodo en todo el año en el que los machos y las hembras se unen en un mismo grupo.

Tan presente hoy día en el entorno de Gredos, la cabra montesa representa como ninguna otra especie la característica riqueza natural de esta sierra.